martes, 25 de febrero de 2014

QUÉDATE con ...

Nos encontramos para aprender. Nos separamos para seguir haciéndolo. 
Vivimos y aprendemos.




Nos construimos en los demás; en cada gesto, en cada sonrisa, en cada mirada cálida y en cada mano que nos roza. Pero también nos construimos en la frialdad recibida, en los regateos de afecto sentidos, en los desaires e incluso en las traiciones sufridas.

A nadie nos enseñan a vivir. No nos dicen cómo adaptarnos a los cambios de la vida, cómo superar nuestras inseguridades o el miedo hecho hielo en nuestra alma.

La vida es una conquista diaria en la que debemos empeñarnos a fondo, decidiendo con quién nos quedamos y con quién la compartimos. 
Elegir con quién quedarnos… con quién caminar.

Quédate con el que no sobreentiende, con quien no da nada por sabido, con quien no te da por concluido. 
Quédate con la persona que te busca debajo de las piedras cuando todos dicen que has muerto.
Quédate con quien haga de las canciones un puente, con quien hace lo mejor con lo que tiene, con quien besa el día a día como una nueva oportunidad para lograr ser mejor persona. 
Quédate con los enamorados de la vida, porque sin duda serán los compañeros más entusiastas capaces de contagiarte ilusión a cada instante, devolviéndote la sensación de estar en un tiempo lleno de esperanza.
Quédate con quien en las dificultades ve oportunidades de resolución, con quien no se desalienta por seguir, con quien no se acomoda en el lugar que ha alcanzado. 
Y quédate con el que sonríe y te hace sentir que todo es posible.

Y en el amor… quédate con la persona que desafíe tu mundo y mueva tu universo. Con la persona que te sigue conquistando a pesar de tenerte, con quien embellece tus demonios y los saca a pasear. 
Quédate con el que abrace también tu tristeza, porque de la alegría cualquiera se enamora. Quédate con el que te mira por dentro y se queda, con el que sin motivos te busca, con el que sin mirarte te ama y sin ataduras se queda.

¿Con quién te quedas tú?

martes, 18 de febrero de 2014

Con VENDA no hay VENTA

Prefiero a los apasionados por generar oportunidades, a los responsables y con iniciativa. 
Quiero a los que siembran, fertilizan y obtienen frutos, a los que conectan conocimiento para generar valor, a los creadores de espacios de interacción.
Me decanto por los que hacen posible la “re-invención” continua en la empresa, por los que convierten su puesto y su área en su pequeña empresa personal.

Me pido a los tenaces, con espíritu de sacrificio, a los optimistas y con ambición. Me pido a los que tienen una fuerte disposición a asumir riesgos, a los que se  aventuran en terrenos desconocidos ejerciendo su espíritu innovador y desarrollando nuevos proyectos de negocio.
Me enamoro de los inquietos y creativos que se cuestionan la forma, el porqué y el cómo. Y me enamoro de los que me cuestionan, como único camino para seguir mejorando como profesional y más importante aún, como persona.

Quiero a capitanes responsables de su vida, centrados en la crear valor para el negocio y para la sociedad, presidentes de su cartera de clientes, estratégicamente orientados a la excelencia de resultados en su negocio. Personas con un ADN especial y una excelente capacidad de resiliencia, capaces de crear vínculos emocionales que inspiren a la mejora y al éxito colectivo.

Llegados a este punto, estoy segura que tú también prefieres, quieres, te pides y te enamoras de esos luchadores encarecidos, de esos emprendedores de la venta,  pero ten en cuenta que luego no vale decidir no apoyarles. No vale decidir no impulsarles a que sigan sin tener miedo a desplegar todo su potencial, incluso frente a los árboles centenarios de tu organización.


Decide si quieres comerciales o emprendedores de la venta
Tener emprendedores de la venta en tu equipo implica cambio y riesgo, lo sé.
Y si finalmente optas por los primeros, tranquilo, que hay quien dice que con la venda en los ojos también se ve bien. Otra cosa son los resultados, porque  si vamos con la  venda en los ojos, necesitaremos una lupa cuando la venda se caiga... para ver las ventas, digo.




viernes, 14 de febrero de 2014

SEAMOS eso que siempre queda





SEAMOS la gota que derrame el beso, un rock compartido bajo la ducha, un cruce de piernas dedicado, seamos pensamiento y mordisco.
Vayamos morados de ilusión, tengamos poesía hasta en los botones de la camisa, seamos ganas de bailar en mitad de un semáforo y hagamos de todas las intenciones casualidades.
Aprendamos un poema propio como declaración de amor, como si lo fuera todo. Sumemos encuentros y restemos distancias, cultivemos lazos pero sin nudos. 

¡Sin piedad con los sueños, VENGA!
Que no hay mayor locura que no cometer ninguna y hasta al caos le caben varias alegrías dentro.
Ah y tranquilos, hay ganas para todos.

SEAMOS olor a vainilla, sonrisa de arcoiris, un horizonte sin conclusiones, caricias que se nos van de las manos, bolsillos llenos de esperanza, provocaciones de las de caer y valor del que no se rinde.
Seamos de elegir correctamente los presentes por encima de futuros probables, ¡ que eso es tener superpoderes! Y luego añadimos la imaginación como nuestro mejor afrodisíaco.

Y si vamos a pelear, hagámoslo entre las sábanas.

SEAMOS geniales, porque lo genial inspira o paraliza pero nunca deja indiferente. Y seamos amaneceres rojos, brisa en la playa, fuego de estrellas y hasta un cabaret vivo. Y seamos más abrazos y menos explicaciones, porque para abrazar basta callar.

SEAMOS eso que siempre queda... SEAMOS AMOR pero no sólo hoy, ¡cada día!

Recordemos cada día dar los buenos días con el CORAZÓN y las buenas noches... las buenas noches, eso te lo dejo a ti...pero por si te sirve de ayuda; apunta, dispara y besa.

Dame tu mano... del verbo VOLEMOS! 



domingo, 2 de febrero de 2014

Soplando VELAS y apagando fuegos

Las agujas de su reloj vital cumplen pero nunca se rinden. Nació con la intensidad en la mirada y con las ganas de unos labios que quieren saborear la vida. Camina segura, con la cara bien lavada y la frente humilde, pero muy alta. Si tropieza en el vuelo remonta y lucha por seguir construyendo nuevos amaneceres con oxigeno, porque derrumbarse ante la adversidad está prohibido.

Es su hoja en blanco, su compás más vivo, su tinta mojada, su estallar en sueños,  todos sus instintos desatados y su pasión trasnochada, todos los verbos sin miedo y todos los encuentros que dibujan sentimientos. Es el fuego de sus estrellas, su álbum de recuerdos, todos sus mundos posibles, esos gestos tan suyos, la perseverancia de su esencia, es el amor sin trampas y siempre auténtico. A sus tristezas y a sus heridas aprendió a lavarlas y no por ello, a dejar de navegar a todo volumen tatuando huellas entre su hoy y su mañana.  Valiente, se desnuda en sus letras al son del temblor de sus dedos y siente como la sangre entre verso y metáfora, corre por sus venas llenando su vaso de agua siempre hambriento.

Es su pausa en su caos, su salvavidas, todos los relatos que termina, su asiento en su camino, de trazo seguro y sentimientos sin máscara. Es la inspiración que acaricia su cuerpo, la mano cálida en la espalda del amigo, el murmullo suave de la ilusión, el verano derretido en una cala, su barco y su timón, la gratitud como uno de sus mayores valores, todas sus moralejas y todos sus despistes. Respira la vida llena de deseos capaces y paisajes sin tregua, con latitud en sus ojos y un invierno que siempre huele a primavera. Respira sintiendo el goteo de los días que se anudan en su piel, mientras se moja de entusiasmo sin temor a desteñirse.

No regala halagos ni regala sueños, no va a la caza de sentimientos prestados, no disfraza su imagen en el espejo. No le aterroriza la censura, ni se abraza a lo que pudo ser y no fue. De piel elástica, prefiere darle la vuelta al reloj que agrietarse en excusas y terminar siendo pellejo y huesos. Opta por no vendar sus ojos y avanza dispuesta a conocer las verdades por mucho que duelan. No mercadea ni con su alma ni con sus versos y no guarda ningún adiós para dar con el puño cerrado.

Hoy se suma otro año y otro año más, se sigue restando de absurdas promesas manchadas de te quieros. En el mar zambulle sus dudas y arrastra su adrenalina en la arena retando así  al miedo, mientras le clava las ganas con cada esquina de su sonrisa. Y si pierde tragará saliva, respirará autoestima y se sentirá orgullosa sabiendo que a veces, también hay que apostar muy alto a la carta más baja. 

Hoy suma otro año y su mayor regalo es seguir siendo capaz de escuchar sus latidos, mientras se construye con abrazos de los que no lamen sus manos para después evaporarse.
Hoy suma otro año y sabe que soplar velas nunca es apagar la luz, es brillar de la mano de personas.
Hoy suma otro año y al soplar las velas, seguirá apagando los fuegos que nunca la van a calentar.