Hacemos cosas extrañas...
Como cuando nos sentamos a esperar lo que no queremos dejando
que se pierda lo que tanto deseamos, como cuando caemos y perdemos mucho tiempo
buscando culpables o como cuando le damos tanta importancia a nuestros miedos
que éstos se hacen realidad.
Hacemos cosas extrañas… como
pedir permiso para soñar.
Como cerrar los ojos por miedo a que al mirar la
belleza ésta desaparezca, como ver lo que todos ven, vestir lo que todos visten
y decir lo que todos dicen. Como cuando no sabemos cómo irnos y nos abandonamos
o como cuando vivimos donde la soledad nos pesa y seguimos llamándolo hogar.
Hacemos cosas extrañas como cuando nos conformamos
que nos quieran por lo que miran y no ven, como cuando para escapar de la
soledad abrazamos otras soledades o como cuando pretendemos que la vida nos
regale abundancia sin pasar por la emoción del esfuerzo y el hábito de
persistir.
Y al final, hacemos tantas cosas extrañas que nos confundimos.
Confundimos opinión con
certeza, responsabilidad con culpa, fuerza con valor, silencio con desinterés,
amor propio con vanidad, avanzar con huir.
Confundimos opción con
pasión, discusión con agresión, acuerdo con sumisión, creencia con fanatismo,
olvido con perdón, llorar con estar triste, fortalecerse con endurecerse.
Confundimos orgullo con
arrogancia, con dignidad
y con amor propio.
Y confundimos optimismo con
ingenuidad, cuidar el corazón con ponernos coraza, lo común con lo ordinario,
lo extraordinario con lo especial, cantidad con calidad y cobardía con prudencia.
Confundimos el hacer lo que
debemos con hacer lo justo y necesario, tener con ser, dependencia y miedo con amor, felicidad con placer y autosatisfacción, dinero con
seguridad, valentía con temeridad, generosidad con limosna y humildad con
pobreza.
Hacemos cosas extrañas y nos
confundimos.
Qué tontos.
Cambiemos. Cambia.
Cambia, muévete, haz, arriesga y vuelve a por ti. Que
ninguna pesadilla es peor que querer cambiar y no hacerlo.
El inmovilismo amigos, no es
un buen lugar ni de visita, ni de paso, ni de estancia corta. No hacer nada nos
confunde en un mar de inseguridades y nos llena de
dudas.
Si no te mueves, si no decides, nada cambia y nada continua.
Abre la mirada, sueña y que
tus sueños no impidan a otros hacerlo, suéñate como nunca te has vivido, que lo
que más te guste de tu risa sea contagiarla, que tus besos no sepan a asfalto,
deja de buscar llaves para puertas cerradas, pídete más y llena tu maleta de
nuevos horizontes.
Escúchate, reiníciate, empiézate cada día
como si fuera tu
última noche.
Que a tu sonrisa siempre le brillen los ojos, vive cada día más
temprano, deja de vivir esperando turno, abrázate por dentro, aprende, siente,
desea, salta y cae hacia arriba y no dejes que nadie luche tus guerras, ni
siquiera las imposibles.
Cambia. Cambiemos.
Para dar
siempre lo mejor de nosotros en cada acción, en cada gesto, a cada paso. Para
ir por la vida agradeciendo por lo que tenemos, por cuanto nos rodea y por
quienes nos quieren.
![]() |
Foto de @JCAlandt |
Lo tienes todo
para hacerlo posible
y lo que te falta...
es porque no lo imaginaste.