Estás dentro. Te ha costado. Has agotado esfuerzos en
identificar la brecha para poder entrar. Has trabajado cada oportunidad con
esfuerzo. Has descubierto el problema. Has descubierto la necesidad. Has hecho
equilibrios. Has tensado la cuerda y el cliente la ha aflojado. Has logrado
convencer y has cerrado una venta.
Pero, ¿sabes algo? Cuando alguien te compra por primera vez, ¡aún
no has conseguido nada!
Nos empeñamos en atraer, en mejorar los procesos del
producto/servicio y olvidamos que la sensibilidad de la venta se concentra en
tener el sentimiento de querer realmente ayudar al cliente.
En el actual entorno de mercado está muy claro que no basta
con tener productos innovadores, pese a que la innovación parece ser la piedra
filosofal. La chispa de la venta nace de conseguir productos/servicios con
espíritu, para clientes con espíritu y con todo, ser capaces de transmitir
sentimientos. La innovación es un punto diferencial, cierto, pero lo que nos
convierte en únicos es tener el ingenio necesario que vista nuestras propuestas
al cliente de tal forma que genere en él todas las ganas de un TE ME LLEVO una
y otra vez.
¡Los hábitos y costumbres de siempre ya no sirven en la venta
ni en la creación de productos/servicios!
Debemos utilizar la imaginación y la
creatividad para abrir nuevas oportunidades a diario, para descubrir algo nuevo
y sorprender a nuestro cliente cada día. Cada día es una oportunidad y esa es
la magia de la venta. ¡Enamorar al cliente porque le hacemos sentir!
El espíritu de servicio nada tiene que ver con dar una buena
asistencia o la mejora continua de los procesos del producto/servicio. El verdadero
espíritu de servicio implica pasión por el cliente y necesariamente implica
sutileza, perspicacia, ganas, talento que hace ruido y
creatividad para reinventar emociones.
Y no olvidemos que el espíritu de nuestro producto/servicio
empieza de puertas adentro, en nuestros equipos. Rodéate de un equipo con la
chispa que nace más allá de la generación de procesos. Rodéate de personas con verdadero
talento y no tendrás que gastar esfuerzos en mimar su ego para descubrir
experiencias únicas cada día. Experiencias que supondrán dar lo mejor de cada
uno de vosotros a vuestro cliente.
¿Vendes o #TeMeLLevas? ¡Es obvio!
Una buena estrategia lo es si se sabe jugar bien las bazas, marcando los tiempos y arriesgando cuando es necesario. #TeMeCompro
ResponderEliminarNo hay estrategia buena sin compromiso y riesgo. #TeMeRegalo Jorge
Eliminar¡Enamorar al cliente porque le hacemos sentir! +++++++++++++ Bravo.
ResponderEliminarEnrique bravo a ti por tu amabilidad. Un abrazo
EliminarHola Nuria, enhorabuena por tu iniciativa y por la forma de ver la vida. Creo que falta mucho optimismo del que tú contagias.
ResponderEliminarUna de las cosas que he leído en tu presentación, entre las muchas interesantes que tienes, y con la que no puedo estar más de acuerdo, es que la excelencia empresarial debe conseguirse de manera que las personas estén en el centro. Lamentablemente, hoy día, en pleno siglo XXI, donde la escala de valores de la gente está cambiando afortunadamente, sigue habiendo compañías en las que esto no se cumple. No se dan cuenta q de que, si no hubiera personas, las empresas no existirían, entre otras cosas, porque no habría ventas. Y también he podido comprobar cómo los equipos comerciales, aquellos que venden y están en contacto directo con el cliente, no eran correctamente motivados, cosa que no puedo comprender.
Enhorabuena por tu iniciativa y por la forma de plasmarla. Te seguiré en Twitter, me verás a través de mi blog Nosoloeconomia, del cual te invito a que visites la sección 'Sobre el autor'. Agradeceré si te apetece dejar algún comentario, por supuesto. ;-).
Gracias Nuria por tu atención. Nos leemos! Saludos