Prefiero a los
apasionados por generar oportunidades, a los responsables y con iniciativa.
Quiero a los que siembran, fertilizan y obtienen frutos, a los que conectan conocimiento para generar valor, a los creadores de espacios de interacción.
Me decanto por los que
hacen posible la “re-invención” continua en la empresa, por los que convierten
su puesto y su área en su pequeña empresa personal.
Me pido a los tenaces,
con espíritu de sacrificio, a los optimistas y con ambición. Me pido a los
que tienen una fuerte disposición a asumir riesgos, a los que se aventuran en terrenos desconocidos ejerciendo
su espíritu innovador y desarrollando nuevos proyectos de negocio.
Me enamoro de los
inquietos y creativos que se cuestionan la forma, el porqué y el cómo. Y me enamoro de los que me cuestionan, como único camino para seguir mejorando como
profesional y más importante aún, como persona.
Quiero a capitanes
responsables de su vida, centrados en la crear valor para el negocio y para la
sociedad, presidentes de su cartera de clientes, estratégicamente orientados a
la excelencia de resultados en su negocio. Personas con un ADN especial y una
excelente capacidad de resiliencia, capaces de crear vínculos emocionales que
inspiren a la mejora y al éxito colectivo.
Llegados a este punto, estoy segura que tú también prefieres, quieres, te pides y te enamoras de esos luchadores encarecidos, de esos
emprendedores de la venta, pero ten en cuenta que luego no vale
decidir no apoyarles. No vale decidir no impulsarles a que sigan sin tener miedo
a desplegar todo su potencial, incluso frente a los árboles
centenarios de tu organización.
Decide si quieres comerciales o emprendedores de la venta.
Tener emprendedores de la venta en tu equipo implica cambio y riesgo, lo sé.
Y si finalmente optas por los primeros,
tranquilo, que hay quien dice que con la venda en los ojos también se ve bien. Otra cosa son los resultados, porque si vamos con la venda en los ojos, necesitaremos una lupa cuando
la venda se caiga... para ver las ventas, digo.
40 años haciendo casas y ojalá hubiera encontrado un doble tuyo entonces. Enhorabuena. Esa es la actitud.
ResponderEliminarme quedo con este párrafo, entre otros, para mi cuadro de honor:" Quiero a capitanes responsables de su vida, centrados en la crear valor para el negocio y para la sociedad, presidentes de su cartera de clientes, estratégicamente orientados a la excelencia de resultados en su negocio. Personas con un ADN especial y una excelente capacidad de resiliencia, capaces de crear vínculos emocionales que inspiren a la mejora y al éxito colectivo."
Enrique eres una persona maravillosa! Me animas cada semana y es un honor que me leas.
EliminarUn fuerte abrazo!