Hay que quererse más. Mucho más. Hacerlo incondicionalmente,
sin excusas y sin miedo. Hacerlo hasta que se te sequen las pestañas y
cicatrices a sonrisas. Hasta que no distingas dónde empieza y dónde termina la
chaladura de ser tú mismo. Que no hay simulacros para eso que llamamos
autoestima.
Hay que quererse más. Muchísimo más. Hasta con el corazón en
la mano, pero latiendo. Quererse y quererse hasta no recordar cómo empezó todo.
Hasta salvarte de vidas que no son la tuya. Hasta que nada te detenga, ni tú
mismo.
Quererse y quererse. Hasta ser la sorpresa más bonita que te
hayas hecho nunca. Hasta ser el cómplice que te regala oportunidades en lugar
de flores y el capitán que pone firme el reloj de cada uno de tus latidos, confirmándote
que sigues vivo. Enamórate perdidamente de la persona que eres hasta ser la
pasión de tus sueños. Enamórate de ti mismo con la libertad de sentir y elegir
tu camino aunque tropieces un millón de veces.
Créeme cuando te digo que hay que quererse más. Sólo quererte
siempre te salvará cuando se apaguen los abrazos falsos y las sonrisas que prometían.
Porque los días duros se combaten queriéndote. Porque sólo queriéndote seguirás
teniendo luz y tu alma no estará helada. Queriéndote a medias no llegarás a
ninguna parte entero.
Hay que quererse más. Infinitamente más. Hasta vivir una vida que se aproxime a la
eternidad, aunque se termine. Hasta que tu sonrisa se vuelva el libro más
apasionante. Hasta que tus ganas digan que son tuyas.
Quererse y quererse sin compasión, como la fantasía de un
niño. Hasta que seas todo cuanto deseas con el alma y añoras con la piel. Mima tus
pensamientos positivos, saborea las pequeñas metas alcanzadas, disfruta de los
recuerdos de lo ya vivido y crea con ilusión los venideros.
Quiérete y quiérete mucho. Hasta ser más desnudo que
apariencia. Hasta dejar de ser pájaro deseando jaulas, hasta dejar de lamer
egos ajenos. Quiérete hasta que se te caigan todos los mitos también, para ser
un poco más justo contigo mismo. Y recuerda; lo que no te mata te hace amarte.
Entregar lo mejor de nosotros requiere talento y
responsabilidad, pero encontrar la motivación a pesar de las circunstancias que
nos rodean, alberga un compromiso superior donde no sólo debemos poner nuestra
fuerza de voluntad, sino también nuestro corazón. Y para eso amigos, ES VITAL QUERERSE. Quererse y quererse más para poder afrontar que el camino tiene
curvas, pero que son precisamente las mismas, las que fomentan nuestra destreza
y nos construyen como personas.
A quererse se ha dicho!!!! Vamos mi #arzapayá!
ResponderEliminarCuando te leo, ya sabes, me pongo el cristal de ver las cosas como me gustaría que fuesen. Me quedo con esta frase: "Quiérete y quiérete mucho. Hasta ser más desnudo que apariencia. Hasta dejar de ser pájaro deseando jaulas, hasta dejar de lamer egos ajenos. Quiérete hasta que se te caigan todos los mitos también, para ser un poco más justo contigo mismo. Y recuerda; lo que no te mata te hace amarte."
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ResponderEliminarQuiero quererme desde hace tiempo porque no leo ni oigo otra cosa mas que este lema de vida, pero no consigo que nadie me explique como se hace... (?)
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