martes, 15 de abril de 2014

Sólo con la MEMORIA de la PIEL



De pronto. Está ya de puntillas. Cintura tensa. Sin ropa y sin memoria. Sin la memoria que todos conocen. Sólo con la memoria de la piel. Cada centímetro de su piel encierra un universo. Su mirada un telescopio que cruza la ciudad. Este, noreste. No hay brújula, no hay mapa. En ésta, su siguiente vida, pidió ser piel. Pidió ser piel para poder ser caricia, pura esencia. Perderse le ayudó a encontrar lo que realmente importaba. Ahora es siempre la razón y nunca más la excusa. Ahora va más allá de las vivencias y más cerca de las entrañas. Por fin zarpó rumbo a esa incógnita que todos llaman ser tú mismo.

Hay tentación en su mirada y su mirada es de color infinito. Se descalzó, dejó sus zapatos gastados en el camino y zarpó con la mirada brillante. Apostó por enamorarse de la vida, abrazar sus momentos y sentir cada latido. Apostó por impregnarse la piel de todas esas pequeñas cosas que hacen que la nada se convierta en todo. ¡Hoy la vida es de su talla y siente que le queda genial! Hasta lo vulnerable le fortalece. Navega por encima de sus miedos. 

Abandonó todas las reglas de puntuación el mismo día que aprendió a colocar el punto final en el momento adecuado y en el lugar adecuado. Hoy es un placer conocerse y seguir el latir de su corazón. Ese latir que desenreda los ojos para convertirlos en la magia del que lleva la ilusión que jamás se desgasta. No importa cúantos días haya visto. Importa si no logra vivir los restantes intensamente a cada segundo y con la responsabilidad de confiar en su instinto y en su sabia intuición. Importa si no aprende de cada caída, importa si olvida a quienes le tendieron la mano.

En su defensa dirá que siempre es culpable. Culpable de tener coraje para perseguir lo que quiere de la vida y valentía. Valentía para nunca quedarse con el dolor de saber que jamás lo intentó. En su defensa dirá que como supo, como pudo y por completo... se entregó. La vida es mejor así.
En su defensa dirá que el amor continúa, que no importa cuántas veces volvió con las manos vacías. Importa amar. Amar… y aprender. Importa sentir como palpita el amor en la piel. La piel es un paisaje inmenso cuando ama; se torna permeable, penetrante, casi dolorosa en ternura. 
Y en su defensa dirá que zarpó sin coraza. Curiosamente jamás navegó con tan poca protección. Porque el problema de la coraza, es cuando deja de ser escudo para ser parte de la piel y es entonces cuando somos personajes irresponsables. Personajes ridículos, que confundidos en la eterna búsqueda de la perfección que no causa heridas, nos perdemos hasta la belleza de lo más sencillo.


Quizás el viaje sea lento. Quizás sea lento casi hasta la desesperación. Pero cada paso de piel es atronador. Coge  esta posibilidad, la memoria de la piel… barájala.

4 comentarios:

  1. Uff!! M'has deixat sense paraules... et felicito!!

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    1. Jo amb tu em quedo també sense paraules sempre. Moltes gràcies amb un gran somriure!

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  2. Con el primer párrafo ya tendría bastante para un genial corto lírico. MB.

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    1. Gracias y más gracias... siempre me emocionas Enrique. Es un honor que me leas. Un fuerte abrazo!

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