martes, 6 de mayo de 2014

SONRIE y que empiece la guerra

Nos pasamos la vida buscándolo. Parece que se hubiese perdido y no acertásemos  con el camino del reencuentro. Saltamos precipicios, besamos calaveras, masticamos cristales y terminamos derrotados de frialdad, cada vez que perdemos la cabeza por personas que son incapaces de encontrar la suya. Nos conformamos con lo de siempre, convenciéndonos de sentirnos como nunca. Pero sentimos el vértigo de no estar a la altura con nosotros mismos al aceptar puertas o ventanas, que aún abiertas, son inservibles.

El día que nos preocupemos más del frío que llevamos y acumulamos dentro, el día que dejemos de dar oportunidades a quienes no las merecen y nos demos una a nosotros mismos, el día que dejemos de sentirnos ajenos a nosotros en otras manos... ese día, no llamará. No llamará a la puerta. Entrará directamente y se sentará a nuestro lado. El AMOR del bueno.

Y es que el AMOR, el amor del bueno nunca llama a la puerta, la revienta. Nos toparemos con él de bruces y nos sorprenderá a cada instante. Amor en estado incandescente que golpea fuerte contra las paredes del corazón y bombea latidos por doquier, desde el centro del sentimiento más puro de querernos a nosotros.
Porque la única forma de amar de verdad, es amándonos lo suficiente a nosotros mismos. Sólo así no trataremos de llenar vacíos con apegos. Sólo así seremos capaces de amar sin asfixiar, sin invadir, sin anular, sin juzgar, sin exigir y sin la necesidad de controlar. Sólo así disfrutaremos de los momentos que vayamos a vivir sin esperar algo determinado, soltando y confiando. Sólo así reconoceremos la magia de vivir el amor desde la libertad. Y es que cuando empezamos a amarnos, a entendernos y a respetarnos es cuando hacemos lo propio con los demás.

Amar es un compromiso voluntario donde tan importante es dar, como la forma en que ves retribuido tu amor. Un compromiso en el que entregar lo mejor de nosotros mismos requiere talento, responsabilidad, confianza, motivación, aceptación, entusiasmo, ilusión, honestidad, reconocimiento y coherencia. El amor no lo justifica todo y mucho menos debe soportarlo todo. El amor no se negocia. Sentir el apoyo de la otra persona es un estilo de alianza donde cada uno tiene un lugar al lado del otro, ni delante ni atrás. Aceptar el compromiso de amar y ser amado requiere de disposición de evolucionar, de ganas de avivar el fuego constantemente, requiere madurez y mucha voluntad. Pero amar es sobre todo un  compromiso que requiere de libertad y no necesariamente implica compartirlo todo, darlo todo, ni esperarlo todo. Las expectativas, el apego y las promesas sólo otorgan fragilidad a la relación y nos traen sufrimiento. El auténtico amor sólo se vive desde nuestro propio equilibrio y en libertad.

¡Basta ya de creer en príncipes encantados y en princesas sin defectos!. Basta ya de idealizar las relaciones. Entendamos que nuestra necesidad de amor y nuestra capacidad de amar deben estar alineadas con nuestra esencia, con nuestros valores. Amar es otorgarnos el permiso de vivir realmente como queremos vivir, siendo realmente quien queremos ser. Amar es elegir qué queremos sentir y con quién queremos sentirlo, haciendo lo que realmente queremos hacer. El resto no es amor, se parece más a tener una cama debajo de tu monstruo, en esa mala costumbre compartir soledades.


El amor es un baile improvisado y un atardecer. Se instala en tus orejas y penetra más allá de las pulsaciones. El amor no son ni polos, ni clavos, ni pétalos de margaritas, ni mariposas en el estómago. Es la vorágine del latido, la música que rompe las horas, se ancla en las costillas y se siente en las entrañas. El auténtico amor FLUYE. Hace que puedas sentir en tus venas que no hay obstáculos y confundes eternidades con la frecuencia de tus latidos. Un universo lleno de constelaciones y sorpresas. Una tierra salvaje para recorrer una y otra vez… SIENDO. 

El amor cuando es ESENCIA sonríe, es pasión y ternura. El amor cuando es esencia parece que nos mire y nos diga, sonríe ... y que empiece la guerra.

2 comentarios:

  1. Nuria... IMPRESIONANTE. Qué maravillosa y conmovedora forma de escribir.
    Acabas de ganar un fan incondicional.
    Un saludo :))

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